Prendida o el valor de erguir
Una poética prendida, en sus tres acepciones: prendida como en llamas, como colgando de algo, como enganchada a alguien. Al mismo tiempo, el valor de erguir: una voluntad de continuidad aberrante; una erección aberrante.
‘‘Prendida…’’ esboza un concepto filosófico desde la poesía, dibujando un marco poroso por el que filtrar la percepción. En el interior de la práctica, tres miradas: una hacia el sujeto amado, otra hacia el entorno natural y otra hacia el ombligo.